jueves, 14 de mayo de 2009

Yo, yoyo.

Yo, yoyo. Yoísmo, yoísta, yogasmo... El juego del yoyo acaba de empezar.
Yo soy yo. Voy y vengo por la misma cuerda, que se balancea, da la vuelta y vuelve a empezar.
Yo giro, yoyo. Giro en mi eje, yoyo.
Yo soy yo, y nadie más que yo. Y miro el circulito gris, yoyo. El circulito de la e, de la g, de la o, yoyo.

Te miro a vos yoyo, mi espejo, yoyo.
Y en el reflejo del espejo, veo que del circulito gris, sale una serpentina de muchos colores, la serpentina de lo que comí y me revolvió el estómago al verme tan... yoyo.
Que termine tu juego del yoyo, porque no puedo ser yo, hasta que diga "vos". Entonces va empezar el juego del vosvos, no del boss, porque nadie es el jefe... El jefe malo es ése, el que juega al yoyo. Yo no quiero ser jefe, no quiero ser yoyo, yo quiero ser vos, yovos, vosyo, vosvos y jugar.

No hay comentarios: