sábado, 20 de septiembre de 2008

Mi propio cortázar.

El viento hizo que me zambullera en ese espacio acuático de agua de bronce... Y tus manos en mi cintura, como las de un santo salvándome del Purgatorio. Instantes en mi memoria que se multiplican en el tiempo para siempre. Conexiones perfectas, litúrgicas... Y en tu ateísmo te sigo viendo tan santo, en tu mirada gastada de años andados, en tu piel de sol, de arena y de mardelcaribe. Te sigo viendo cuando ecribo y ya no escribo tanto. Y después la noche lluviosa, "garciamarquecina" -como en los tiempos del cólera-. Inundadas las calles y mi alma cuando nos encontramos. Impensable, invivido, inirrepetible, inside... Gracias a mi cortázar.

lunes, 28 de julio de 2008

Blackbird Fly (home)

Tormenta suave, con aire helado y sabor a muerte, pero que resucita por dentro con ganas de salir. Te extraño sin haberte visto, y pienso en cuándo volverás. Porque sé que te vi, en algún espejo te vi a través de mis ojos, de mi pelo y del color de mi piel.
Soñé con tus manos redondas y tus dedos apretados, sin saber el final de tu nombre...
Soñé con tus cuerdas vocales y con el olor de tus miedos, que yo curaba con besos y caricias...

Te siento vivo esperando, a que demos el paso.
Latiendo fuerte y rápido, jugando a las escondidas.
Con sonrisas de viento y llantos de sombra.
(Esta mañana Astor me hizo acordar que no estabas y me puse a llorar).

A veces te veo en sus ojos, y trato de que la emoción no se escape por los míos.
Te imgino cuando toco su piel, pensando que un pedacito va a ser para vos.
Paciencia y nostalgia. Amor y tristeza. Vida. Locura.
Sueños de papel de mentira, de clics aburridos, de dedos resecos, de labios sellados, labios de papel que vuelan para adentro y se van. Lejos.

lunes, 30 de junio de 2008

Oda a tu suéter de pelotitas

Todavía siento los colores ásperos de esos meses de lana. En tu suéter de pelotitas y en tus manos llenas de hormigas negras. El suéter de cuello redondo y tus manos duras y secas viajan hasta mi piel de seis meses con un hilo finito y brilloso. El hilo de seda. El hilo de seda que hace mariposas. Mariposas que vuelan por mis ojos redondos, que se parecen a los de tu mamá.
El mismo hilo finito y brilloso de tu pelo, que sigue tan tuyo como antes y como ahora. Pelo que me pasaste, finito y brilloso.

Quiero uno de tus suéters de pelotitas, el rojo que no es naranja o el celeste que no es turquesa. Quiero jugar con las pelotitas, olerlas y rozarlas con mis dedos de juguete. Como mi trapo; dame un suéter de pelotitas para siempre, como mi trapo que ya no es trapo, como mi herencia.

La lana del suéter como el terreno de tus manos. Las pelotitas de tu suéter como las hormigas que dibujan esa superficie.

Que nunca llegue el oso hormiguero. Que nunca se vayan las pelotitas.