jueves, 29 de enero de 2009

El pájaro negro...


Te admiro desde muchos lados, y de eso está hecho el hilo de la amistad que me une a tu existencia, a tus tradiciones, a tu inventiva, a tu ingeniosidad.

¿Qué se siente materializar tu futuro, asegurarlo en algo que parece tan frágil pero que es tanta potencia a punto de respirar el aire de Buenos Aires? ¿De tu Buenos Aires, de mi Buenos Aires?


¿Ensayaste eligiendo esa madera en potencia, trabajándola hasta sacar lo mejor de ella? ¿Vas a ensayar también el arte de seguir creando, esta vez sonidos que viajan como al aire que va a respirar esa prolongación de tu existencia?

Perdón por decirle "esa". No puedo ponerle nombre a lo que todavía no termino de conocer.

Al fin llegó tu pájaro negro, negro brillante, negro misterio. ¿Sabías que originalmente en las culturas de Oriente el negro es sinónimo de alegría y festejo?
Espero tanto yo mi pájaro negro, ojalá llegaran muchos, para volar por mi alma hasta el cansancio, hasta ver todo libre y así liberarme yo también.

¡Gracias por leer mis cosas!