jueves, 14 de mayo de 2009

Yo, yoyo.

Yo, yoyo. Yoísmo, yoísta, yogasmo... El juego del yoyo acaba de empezar.
Yo soy yo. Voy y vengo por la misma cuerda, que se balancea, da la vuelta y vuelve a empezar.
Yo giro, yoyo. Giro en mi eje, yoyo.
Yo soy yo, y nadie más que yo. Y miro el circulito gris, yoyo. El circulito de la e, de la g, de la o, yoyo.

Te miro a vos yoyo, mi espejo, yoyo.
Y en el reflejo del espejo, veo que del circulito gris, sale una serpentina de muchos colores, la serpentina de lo que comí y me revolvió el estómago al verme tan... yoyo.
Que termine tu juego del yoyo, porque no puedo ser yo, hasta que diga "vos". Entonces va empezar el juego del vosvos, no del boss, porque nadie es el jefe... El jefe malo es ése, el que juega al yoyo. Yo no quiero ser jefe, no quiero ser yoyo, yo quiero ser vos, yovos, vosyo, vosvos y jugar.

martes, 5 de mayo de 2009

cara de sol pelo de luna

Ia orana Carlos Páez Vilaró

Soles, lunas. Cara de sol, pelo de luna. Luna y pinturas. Sol y somnolencia, vino dionisíaco. Éxtasis.
Colores del cielo azul, palomas de arco iris, peces de casapueblo. Tu casa y mi pueblo compartido. Tus abrazos eternos a través de palabras, reunidas en libros tan surreales como pinturas. Ia orana Tahiti. Ia orana Carlos. Ia orana tus manos, tus ojos, tu fuerza. Árbol fructífero, sabio, lleno de tiempo.
Espero el no-tiempo. No-tiempo de espera, de lejanías, de ausencias. El no-tiempo es el tiempo de nuestro encuentro, en algún no-lugar. Que nuestros ojos se mezclen en soles arcaicos y nuestros pelos formen trenzas bañadas de polvo lunar. Lunáticos y somnolientes, con la alegría de Dionisios, en el carnaval de la vida y de la muerte, de la vida después de la muerte.
Carnaval de isotopías, de túneles de agua y ballenas.
Yo te saludo y te festejo. Cara de sol, pelo de luna.