sábado, 31 de diciembre de 2011

Aceptar el destino. Feliz 2012

La era de Acuario ya empezó. Y yo ya me siento como pez en el agua. A pesar de que este fue un año truncado (y sé que lo seguirá siendo por un tiempo más), trato de que la felicidad penetre por mis escamas, no porque sea pez, sino porque quiero que el aire que me rodea sea agua. Que la gente y las relaciones fluyan como agua y que, a partir de ahí, todo lo vea desde una mirada más clara, más pura. Ya no quiero correr contra el tiempo, no quiero ansiedades ni apuros. No quiero cambiar a la gente ni que la gente me entienda. Quiero silencio. Quiero nadar en el agua.
Como el primer año de vida, el primer año de una nueva era (que coincide con mis 31, mi primer año después de la vuelta de Saturno) no es fácil. Y aunque mi verdadero "Año Nuevo" comience el 5 de junio, la distancia se va acortando. Hoy, desde alguna calle de Vicente López, poblada de árboles, soles, pájaros, lunas y jazmines, cierro mis ojos y pido un solo deseo: poder caminar hacia mi destino aceptándolo, tomando las decisiones que se alineen con mi más profunda intuición y sinceridad hacia mí misma y aprendiendo de cada situación que se presenta, incluyendo mis propios errores.
Y si alguna vez leés estas líneas, deseo lo mismo para vos.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Parada con puño cerrado!

Me estoy abriendo como de un cascarón grande y pesado. De adentro salgo yo, pero no como un pichón, sino como una mujer salvaje que quiere gritar. Aunque no estén acostumbrados ni quieran escucharme, voy a seguir de pie, con mi puño cerrado en alto.