lunes, 24 de octubre de 2011

Tacátacá

Estoy atrapada entre las ganas de estallar de alegría y la impaciencia de transformarla en hechos. Un lunes se asoma por la ventana del tren y entra para inscrutarse en mi cara por el huequito que queda abierto entre el vidrio y el vagón (ese huequito que hace  tacátacá). Tengo mucho sueño, demasiado. Tengo un poco de frío, un poco. Entonces cierro la ventana, mato al huequito. Sin darme cuenta, dejo que el lunes quede atrapado en mi vagón. No importa las sensaciones de este día malhumorado. Yo estoy con ganas de estallar de alegría, Minegro volvió de viaje y toda mi casa, con mis muebles y adornos calchaquíes, con mis almohadones y cuadros paezvilarosos, levitan en medio de una bruma feliz. Elcapitán llegó y yo estoy lista para zarpar en nuestra aventura de la cotidianeidad. Desconozco cómo serán estos días de viaje. Pero trataré de seguir mi vitácora.

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