jueves, 30 de julio de 2009

Luna de Piscis

Nací a las 13:30. Jueves 5 de junio de 1980. Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Me pusieron un nombre... ¡Mariángela! Como mamá, como mi abuela Sisita, como mi bisabuela Ita... A mí me dicen Angie.

Sumergida en la luna y bañada de puntitos lunares, nado como un pez. Desconozco el límite entre mis sueños y mi mundo de colores y lo que realmente es real. Ese es mi mar. No hay fronteras entre lo que yo siento y lo que debe ser. Y cuando alguno se enoja por esa forma de ser mía... Entro en el único estado donde me siento segura: la melancolía.

Soy hija y puedo ser madre... De todos. Sobre todo de los que tienen su luna en capricornio. Extrañamente mamá, dylan, eugène y masapán tiene su luna ahí. Como soy hija y madre soy dos. El doble me identifica. Y más aun, el dos por dos, el doble del doble. Mi número es el cuatro. No de la suerte, sí de mi mapa. Mi mapa está lleno de estrellas que se fugan y estoy tratando de alcanzarlas, para entenderlas. Masapán es doble, tiene un doble rubio y él es distinto. Es oscuro de misterio. Adoro su misterio, aunque insisto en descubrirlo, para quedármelo y encerrarlo en mi cajita de colores. Pero sé que nunca me va a dejar hacer eso, y me encanta.
Soy la hija número cuatro. Ya adentro de mí hay un bebé que nunca se murió. Rosario está dentro de mí y es mi primera hijita. Yo fui mamá dos veces. Primero a los cuatro días de haber nacido y después cuando tenía un año. Fui mamá de mí misma. Soy súpermamá, si abandono a súperhija. Es un camino, de dragones, volcanes, caballeros y enanos.
Mi color es el azul (como el de mi viejo cuarto), es el color donde habito, es mi mar de piscis. Mi piel se descama, y va cambiando. Maravillosamente. Soy fuerte. Cada vez más. Y sueño. Cada vez más. La concresión de mis sueños siempre me pareció lejana. Sin embargo sé, creo, que 2010 es mi año de concresiones. ¿Si me asusta? A veces. Solamente tengo que verlo como el capítulo más importante de los tomos de mi vida, ¿género? Claro, fantástico-maravilloso. 2010 es 20+10. cumplo 30. Las fuerzas terminan de atraerse para chocar y desprender piedritas cósmicas.
Piedritas que van a caer sobre mí, como una lluvia extraña de felicidad y melancolía. Sé que voy a volver a nacer y eso es como una segunda oportunidad. Una segunda bienvenida a mi reino, aun habitando yo en él. Otra vez el doble. Yo multiplicada, pero para afuera.
El 1 de octubre es el gran día. A las 17 horas. Un jueves. En Vicente López. ¡Y empiezo a capturar estrellas!

1 comentario:

Memi Luján dijo...

Llegué de casualidad acá, aunque no existen las casualidades. Soy medio loquita todos los días pero hoy me desperté enteramente crazy. De golpe dije "voy a meterme en internet" y vi tu dire y como decimos acá "vi luz y entré". Acá estoy Angie, dándome cuenta que somos más parecidas de lo que creía y hasta me pareció leer algún que otro capítulo de mi propia historia. Está bueno esto de que alguien ponga en palabras lo que uno a veces no puede por incapacidad o por vagancia. Me encantó tu luna en piscis, yo debo tener los soles y las estrellas también ahí, jajajajaj.
Y me quedó la duda: qué sucede el 1/10? Te mando un beso gigante y bueno, volveré a este blog.