lunes, 23 de julio de 2007

HAPPINESS

Recuperar la felicidad es recuperar la niñez a través de los que todavía participan de ella. Había un programa en la TVE que se trataba de chicos que decían cosas insólitas, muy cómicas y desquiciadas. También hay una sección en la revista Selecciones (hace mucho que no tengo una a mano, la leía en la quinta de mis abuelos en Ezeiza y recuerdo que apenas entendía lo que decía) que citaba los disparates que salían de la boca de hijos de los lectores. Creo que la revista Viva de Clarín también tiene una página o recuadro con ese tipo de decires.
Yo por suerte lo tengo Elijah, el hijo de Cecilia. Dentro de poco cumple cuatro años y trato de guardar cada una de sus "valientes nuevas palabras" en mi memoria.
El otro día se le presentó al electricista que fue a arreglar unos cables a su casa y le dijo: "Me llamo Elijah y no me gustan las montañas rusas" (y jamás se subió a ninguna, la que debe haber visto debe haber sido en esa propaganda de Colgate -una tomada de pelo-, entiendo por qué le debe tener miedo a esos gusanos giratorios).
Para Eli los pájaros "volan" y cada vez que se enoja conmigo y quiere que me vaya me dice "vayate". Sus vecinos son "oficinos" y la otra vez que lo fui a buscar a un cumpleaños -en el que de una pared salía el cuello con cabeza de una jirafa- cuando salimos a la calle Elijah corrió hasta el otro lado de la pared para verle las patas y la cola al animal.
Hay muchas cosas que ahora no puedo traer al presente, ya las voy a ir anotando de a poco. Mi hermano subió un video a Youtube. Yo lo comparto con quien quiera.
Esos son algunos de mis abrazos de felicidad, que me hacen acordar que un día yo también fui así y que todo eso forma parte de mi historia.

1 comentario:

Vicky Otaño dijo...

Anyus, son casi las 2 y lei todo tu blog. Siempre me gusta leerte.
Te adoro.