sábado, 28 de mayo de 2016

Cabo y Rita

Hoy el día empezó divertido. A pesar de no haber podido dormir lo suficiente porque un grupo de alemanes se puso a hablar durante media hora a las 5 am justo abajo de mi balcón... la mañana siguió muy bien. A las 11 mi amiga mallorquí L. me pasó a buscar con sus dos perros de agua Cabo y Rita. Cabo es negro y Rita es color piedra clara. Festejaban cuando me subí al auto y lloraban cuando vieron que me bajaba después del viaje. Me los habría metido en el bolsillo y los habría puesto a dormir en mi cama con mi mono Dindon. Rita y Cabo aman el agua y nadan de la misma manera que los demás perros corren por la arena. Ellos son del agua y su mejor programa es jugar en el agua. No le tienen miedo a nada, y caminan y trepan entre las rocas con gran agilidad, si se resbalan por un lado intentan por el otro y siempre se las arreglan. Y vuelven a tirarse. Y vuelven a nadar. Son inagotables. Mientras tanto con L. vamos hablando, vamos poniéndonos al día. Pero el día tiene que seguir y L. tiene que volver a su casa a estudiar. Yo estoy cansada, mis intestinos están cansados y piden dormir. En casa me doy cuenta de que el mercado ecológico está por cerrar y tengo que comprar frutas para N. que llega el lunes. Como una banana y salgo. A la vuelta paso por Lush y me compro el henna natural. Este sí que es natural. Es una barra enorme como un chocolate XXL que hay que ir partiendo en la medida en que se usa. No sé cuál será el efecto, porque obviamente no hay tiempo para la "prueba del mechón" (hay que dejarlo cuatro horas en la cabeza), así que después contaré. Uno podría perderse en ese local, todo hecho a mano y natural (cosméticos, perfumes, jabones, cremas...). La vendedora tan sonriente me ofreció de regalo un poco de bálsamo en un pote aparte y envolvió todo como si fuera mi cumpleaños. Después de almorzar a las 3 pm me tiré en la cama a ver una película italiana (La ventana de enfrente) pero no aguanté y seguí con las investigaciones para sanar el organismo a través de la alimentación. Etiquetas como "cómo activar semillas" - "cómo germinar semillas" (y comerlas) - "cómo preparar agua enzimática" me hicieron pasar la tarde. Nota: tengo que comprar un trozo de mosquitero para los experimentos. Y llamado de papá por FaceTime, y mensaje de voz de B. (super buena noticia!) y la hora de salir se abalanzó sobre la cama. Partí a lo de las clarisas. "Tengo tiempo de ir primero a alimentar a los gatos del baldío", allá fui (me esperaban cuatro! El del ojo tuerto del año pasado, y el gris topo, y el negro con cola crispada... No les saqué una foto porque estaba apurada ¡y cómo me arrepiento! Pero llegué justo para la misa (fue en mallorquín porque era Corpus Christi) y había un coro de niños cantores, con su directora la señora Conchita. Al final cantaron todo un repertorio en el que se incluían canciones de La novicia rebelde... En fin, de lejos uno diría que no hice nada, pero... Los pajaritos me piden pan en la terraza, ya saben que acá aparecen el desayuno y la cena, ya son tres, y pían y comen y llaman a los demás para que también vengan. La noche se va asomando, aunque ya son las 9:27 el cielo todavía no se oscurece. Y Bill Evans me acompaña mientras como un poco de atún. El día se termina y mañana empieza el final de esta etapa. El domingo con mi cumpleaños empezará una nueva, una nueva de un año de duración. Arranca con N. que se va bien temprano al aeropuerto. Esta vez sí que va a ser largo, pero tengo un plan para mí, solo espero que funcione.

Rita en la roca, Cabo la sigue desde el agua

Cabo y Rita

Henna Lush

Coro de niños en Santa Clara

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