viernes, 27 de mayo de 2016

Esta mañana te pienso y solo quiero que llegue el lunes para que me despiertes. Estoy sentada frente a la mesa en donde nos sentamos la última vez, justo antes de que te fueras. Voy a pedir lo mismo (huevos escalfados y palta con licuado de "plátano", manzana, pera, espinaca, palta y jengibre), un poco para ver si volvés a aparecer sentado frente a mí. No quedan muchos lugares adonde quiera ir si no estás vos, aunque me acomodo a todas las actividades y propuestas. Y gracias a mi libertad, gracias a un nuevo sentido que aparece en mi vida, lo disfruto hasta que llega la noche, cuando quiero tenerte a mi lado, escuchando música, preparando la comida, disfrutando solo ese momento sin pensar en lo que pasó ni en lo que va a pasar. Hoy extraño a K. Y cuando pienso en ella no puedo dejar de enojarme por lo que podría haberse evitado. ¿O es que a pesar de todo, el final tenía que ser así? Algún día, cuando la luz me alcance por completo, podré entenderlo, podré abrazarla, podré volverlo a entender. Me acuerdo en Casapueblo, me acuerdo en las olas, metidas entre las piedras, riéndonos como drogadas. Drogadas de mar. Y esa noche la compartimos los tres, en uno de sus lugares favoritos donde empezó su historia de amor y desamor. ¡Ay K.! ¡Cuánto te extraño! Pero misteriosamente mientras te escribo te siento cerca, te siento a mi lado, te siento conmigo, te seguís riendo y eso me gusta, me dan ganas de reírme con vos. Libertad plena, libertad libre, libertad feliz. Y sé que llegará el día en que vengas a buscarme para volver a jugar, como dos niñas, como las amigas que fuimos y que somos. A veces quiero que llegue ese momento. A veces quiero abrazar el Cielo y quedarme sumergida en él. A veces solo pienso en eso, en un amor supremo que me consume, al que yo me abro, me entrego y me dejo consumir. No hay amor más grande, donde todos los que lo compartimos nos hacemos uno en ese amor para siempre. Es Amor. Es un Amor que expulsa el llanto, que no es de felicidad ni de tristeza, es un llanto dulcemente amargo, donde se comparte el Amor eterno y el dolor profundo, pero dejarse atravesar por él es sublime. 
En un mes nos vamos a Porto Cervo, a Roma, a Asís, a San Giovanni Rotondo, a Florencia, a Venecia, a Trieste. No sé que me espera, no sé cómo prepararme. Asís y San Giovanni Rotondo. San Giovanni Rotondo... Sé que ahí me estás esperando para empezar el viaje. 

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